Querido diario:
¡Tenemos noticias del Nigromante! Hemos encontrado una señal en los sensores de largo alcance de la TEMPRANIS y nos hemos dirigido a su encuentro. Para nuestra sorpresa se trataba de una boya espacio-temporal que estaba usando el Nigromante para contactar con nosotros. La situación en Olarcos estaba muy mal, había roto todo contacto con el Zahorí Cabezón por su propio bien y el nuestro y actualmente estaba a bordo de otra nave de los Señores del Tiempo, a la que él había rebautizado como P-Tardis, después de haberla encontrado en el último segundo y haberle salvado la vida de una muerte la mar de dolorosa. De momento intentaría regresar a las tierras de la todopoderosa Bruja de Sella mientras se adaptaba a los mandos de control de aquella nave espacio-temporal. Cuando llegara nos mandaría una señal con el fin de que nos reuniéramos con él y preparáramos alguna ofensiva contra los cazadores oscuros de Galintrah, antes de que decidieran adentrarse en nuestro sistema solar.
Hemos seguido adentrándonos en la Sala Freak pero aún no hemos sacado nada en claro del origen de los anteriores propietarios de la nave en la que actualmente viajamos. Al salir de una de las búsquedas nos han llamado al puente de la nave. Allí, Tom-Asín nos ha comentado que las alarmas de proximidad se habían puesto a chillar y que el Dr. Pak-Uito estaba intentando corregir nuestra trayectoria pero algo nos estaba sacando de nuestro rumbo y nos obligaba a dirigirnos hacia una estrella de neutrones cuyo campo gravitatorio se comenzaba a sentir ya mientras las paredes crujían y las pantallas parpadeaban. Aunque colocáramos los escudos deflectores de la TEMPRANIS a pleno rendimiento no sabíamos si podríamos salir ilesos de tanta energía gravitatoria y electromagnética concentrada. Decidimos jugárnosla a una carta desesperada y enfilamos la nave hacia una de las entradas a la red viaria de los agujeros de gusano (que tantos y tantos problemas nos han hecho pasar, sobre todo a mí) Conseguimos entrar a duras penas ya que el culo de la TEMPRANIS rozó una de las barreras quitamiedos que separan el espacio normal del sub-espacio de los agujeros de gusano y comenzamos a girar sin control. No había manera de conseguir retomar el control de la nave y caíamos como una piedra hacia ningún sitio. El dr. Pak-Uito intentó desviar energía de sus ordenadores malignos al sistema de navegación pero fue inútil, y si seguíamos escorando sin control teníamos el riesgo de caer dentro de una de las salidas de la autopista de agujeros de gusano para aparecer en vete tú a saber qué lugar del universo y qué época o dimensión paralela posible...
MacArralu decidió usar la magia para detener nuestro avance sin control y su hechizo nos permitió recuperar parte del control del timón, lo justo como para poder dirigir la TEMPRANIS hacia un agujero de gusano con un cartel que indicaba "Alicante - 12000 parsecs". Como conocíamos la ciudad y allí teníamos algunos aliados, llevamos la nave hacia ese destino.
Una luz blanca nos dejó cegados cuando llegamos y nos materializamos en mitad de la Avenida de la Estación (cómo no), entre la Diputación y la Fnac Bulevar. Activé el sistema de camuflaje y la nave se confundió con un inodoro portátil de color azul. Consultamos las fechas y resultaba que estábamos en Alicante el día 21 de junio de 2007, en plenas fiestas de Hogueras de San Juan.
Intentamos salir para ver lo que ocurría en la ciudad durante esas fiestas pero justo en el momento en que salíamos de la nave MacArralu, Bat-Pruna y un servidor se oyeron ruidos de petardos y pólvora a lo lejos y la perra entró disparada dentro de la nave, cerrándose las puertas tras ella e impidiendo que ni Tom-Asín ni Pak-Uito pudieran seguirnos. En efecto, se veía cómo venían una enorme comitiva desde la Plaza de los Luceros hacia la Avenida de la Estación. Había muchos hombres vestidos de festero y muchas mujeres con esa cosa blanca en la cabeza que parece un merengue y con esos faldones que les hace un culo la mar de gordo.
En otras circunstáncias me habría dado igual, pero al ver los rostros de las "belleas" algo en mi interior me dijo que no estábamos en el Alicante que recordábamos...