Crónicas de un caballero británico victoriano viajando por el Contínuo Espacio-Tiempo

Las entradas en el diario de Lord Edgar Rouen Crossbower y su peculiar punto de vista decimonónigo mientras salta de época en época buscando a sus amigüitos perdidos...

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Nacido en Londres en la primera mitad del siglo XIX, nuestro héroe formaría parte de los movimientos sociales más convulsos del Imperio Británico. Conocidas sus inclinaciones socialistas y marxistas y sus amistades con lo peor de los literatos finiseculares británicos, sería ésta la causa de que Herbert George Wells le propusiera que acabara probando su máquina de desplazamiento temporal que lo arrastró miles de años hacia el futuro, enfrentándose con los Morlocks y los políticos ultraderechones de siglos venideros. Después de destruir un universo acabaría como dueño y custodio de un nexo interdimensional viajando por el Contínuo Espacio-Tiempo conocido como la TEMPRANIS. Junto a su amada y a sus animalillos, continúa sus peripecias allí donde el destino le lleve...

10.6.07

Un lugar nunca visitado por el plumero...

Querido diario:
Por fin hemos recogido a un par de nuestros compañeros. La llamada de aviso que tuvimos al regresar del siglo XIII y participar sin proponérnoslo en el milagro de la Santa Faz resultó ser de nuestro compañero el Monicaco Rural. Tom-Asín había conseguido rescatar al Dr. Pak-Uito de una horda de vikingos cabreados que a su vez huían de otro grupo de trolls y de enanos con muy mala baba en la Dinamarca del siglo V. Habíamos intentado durante casi un mes dar con sus coordenadas completas para proceder a la materialización pero nos fue casi imposible. Cuando al fin pudimos rescatarlos resultó que el Doctor Pak-Uito había usado su transmisor para construir un rayo de partículas gammatrónicas (que solo valen para hacer luces de colores) y con ello había estado entreteniendo durantes unas semanas a sus perseguidores que se quedaban embobados viendo los destellos y los colorines (¿y esta gente saquearon el mundo conocido?)
Cuando Tom-Asín lo encontró tuvo que convencerle de que le acompañara porque el Doctor ya estaba pensando en crear su mega-ejército maligno usando las luces de colores para que los vikingos, los trolls y los enanos hicieran lo que él les dijera y arrasaran ciudades y pueblos y lo nombraran a él emperador de Europa... Por fortuna, el Monicaco Rural le enseñó los colmillos y Pak-Uito cambió al instante de idea y volvieron a mandar la señal para que les recogiéramos.
Seguimos sin tener noticias del Nigromante desde que partió y les conté a mis compañeros lo que nos pasó durante la Santa Faz y cómo el tipo que identifiqué como Scythe, el Demonio Rojo, tenía en su poder mi antigua máquina de desplazamiento espacio-temporal y que por poco destruye el universo en el pasado.
El Doctor Pak-Uito comenzó a preparar sus ordenadores malignos para buscar rastros de partículas frikkitónicas de nivel Omega (las emitidas por los Muermo Boys como Scythe) y lo extraño vino cuando los sensores de la TEMPRANIS identificaron una lectura de ese nivel a bordo de la mismísima nave. Cogimos los tricorders con las especificaciones de los sensores y con Bat-pruna y Manchas delante, MacArralu y un servidor seguimos la señal mientras el Doctor Pak-Uito nos iba guiando desde el puente de mando y el Monicaco Rural cerraba la comitiva.
Nos movimos por una serie de salas que no habíamos pateado aún en la nave desde que nos la quedamos y finalmente llegamos a una puerta de madera de la que parecía surgir ese anómalo nivel de partículas. Bat-pruna usó su bat-cinturón para abrirla y ante nosotros teníamos una enorme habitación pintada de morado clarito con los techos blancos repletos de libros, cedeses de música, cómics, muñecos, espadas, etc. etc. Sin duda aquel lugar era una especie de almacén que contenía conocimientos de varios mundos y épocas. Desde su sillón de control, el doctor Pak-Uito nos comentó que sin duda aquel contenido sería muy útil a la hora de averiguar más sobre el anterior dueño de la nave y tal vez algo de allí dentro nos sería de utilidad a la hora de seguir buscando a nuestros compañeros perdidos...
MacArralu cogió un libro en el que se podía leer en sus tapas "Serenity The Roleplaying Game" y algo se nos metió en la cabeza, veíamos imágenes, oíamos música, tirábamos dados, comíamos patatas fritas y bebíamos cerveza y mosto...
Decidimos pasar más tiempo buscando e investigando.
Si queréis saber lo que fuimos descubriendo visitad la SALA FREAK

1 Comments:

Blogger El Nigromante said...

Para daros señales de vida, mi augusta e inmortal persona está aprendiendo a manejar la P-Tardis, mi propia nave de desplazamiento espacio-temporal fabricada por los Timelords esos, pero que en mi caso toma aspecto de casona rústica valenciana del siglo XVIII -que me pone mas que las cabinas londinenses post-victorianas, todo sea dicho.

4:31 p. m.  

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