Crónicas de un caballero británico victoriano viajando por el Contínuo Espacio-Tiempo

Las entradas en el diario de Lord Edgar Rouen Crossbower y su peculiar punto de vista decimonónigo mientras salta de época en época buscando a sus amigüitos perdidos...

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Nacido en Londres en la primera mitad del siglo XIX, nuestro héroe formaría parte de los movimientos sociales más convulsos del Imperio Británico. Conocidas sus inclinaciones socialistas y marxistas y sus amistades con lo peor de los literatos finiseculares británicos, sería ésta la causa de que Herbert George Wells le propusiera que acabara probando su máquina de desplazamiento temporal que lo arrastró miles de años hacia el futuro, enfrentándose con los Morlocks y los políticos ultraderechones de siglos venideros. Después de destruir un universo acabaría como dueño y custodio de un nexo interdimensional viajando por el Contínuo Espacio-Tiempo conocido como la TEMPRANIS. Junto a su amada y a sus animalillos, continúa sus peripecias allí donde el destino le lleve...

31.12.06

Nochevieja en las tierras de la Bruja de Sella


Querido diario:

Habíamos conseguido detener el avance imparable de las huestes salvajes de trineos de guerra del ejército faérico de Papá Nöel pero las reservas de emergencia de energía de la TEMPRANIS no nos permitirían aguantar mucho más. El campo de batalla estaba repleto de cadáveres humeantes, fragmentos de metal retorcido y medio fundido y vapores tóxicos. Me quité el visor nocturno con una mano mientras apoyaba el fusil pesado de plasma en el hombro y oteé el horizonte. Todavía se veían los renos de guerra arrastrando los trineos supervivientes dirigiéndose hacia el portal esmeralda del que habían salido escasas horas antes. Bat-Pruna se ensañaba con el cadáver de uno de los elfos abatidos y MacArralu seguía usando su varita mágica para descomponer en partículas elementales a los mortales trolls que quedaban por el norte del campo de batalla. Habiamos vencido pero todavía me parecía oír la voz de Papá Nöel mientras se retiraba malherido tras nuestro choque final: "Has debilitado mi flanco pero la guerra aún no ha terminado. No permitiré que la hegemonía navideña caiga del lado de los mil veces malditos Reyes Magos de Oriente..."
Recogí el equipo y subí dentro de nuestro transporte espacio-temporal. Comprobé los sistemas y de nuevo estaban allí aquellas señales: el Nigromante, el Monicaco Rural, el Monicaco Pródigo y el Zahorí Cabezón juntos en un mismo punto espacio-temporal. Era demasiado bueno como para no aprovecharlo. Con Bat-Pruna y MacArralu ya a bordo programé el sistema de salto para salir de aquel lugar requemado y volver a nuestro vagar por el Contínuo Espacio-Tiempo, donde los colectores de cronotones recargaban los depósitos de energía de la TEMPRANIS. Una vez tuvimos la luz de "Full" en el panel de mandos, accioné los sistemas de navegación dirigiendonos a velocidad de ultra-luz hacia las coordenadas donde suponía que estarían mis aliados ya tanto tiempo perdidos.
Nos materializamos en una calle llena de luces y con música estridente. Parecía que estaban celebrando algo en aquel lugar. Activé el camuflaje de la TEMPRANIS para que pareciera una cabina telefónica y salimos los tres. Bat-Pruna se dejó el uniforme en la nave y MacArralu la llevaba cogida con su arnés y su correa extensible. Comprobé que las coordenadas nos habían llevado hasta la Tierra, el hemisferio norte, en Europa, dentro de la Penísula Ibérica, en la Comunitat Valenciana, en Alicante, en Sella, en la plaza del pueblo y que mis lecturas de las tarjetas TPS que coloqué a mis aliados me dirigían a una casa cercana. Llegamos y tocamos a la puerta, al poco apareció una mujer de cabellos pelirrojos y gafas (la todopoderosa Bruja de Sella) que con grandes abrazos nos invitó a entrar y subir arriba, donde se estaba celebrando la cena de Nochevieja de 2006. Con gran congoja subimos y nos encontramos con mis queridos compañeros y mi otrora enemigo. Tras la reunión y las debidas presentaciones cenamos, nos tomamos las uvas en la plaza del pueblo y volvimos a seguir cenando... Después comenzó la música, los licores, el alcohol variado y una vuelta nocturna por aquella encantadora población montañesa a la luz de la luna.
Por fin había encontrado a algunos de mis compañeros, los cuales no parecían recordar más allá de lo ocurrido durante nuestro combate contra los TunOrgs, los Strudels y los esgrimistas jugadores de go. El Monicaco Pródigo no sabía bien qué era lo que le había empujado a dirigir a tan brutal ejército maligno pero quería averiguarlo. Les invité a unirseme en mi viaje para encontrar respuestas a nuestras preguntas sin contestar y también a los desaparecidos (el Demonio Rojo y la Strudel-Slayer) y todos ellos aceptaron sin reservas.
Ahora sí que podríamos marcar una diferencia, pero la amenaza de la Invasión de la Navidad continuaba... ¿Podríamos detener un año más el avance de los ejércitos consumistas encabezados por Papá Nöel en su guerra sin fin contra los Reyes Magos de Oriente?

2 Comments:

Blogger M.J. said...

Madre mía, qué pareja tan bonica!!!

5:30 p. m.  
Blogger El Nigromante said...

Uy, me ha salido un Niño Melón en la entrepierna... y hablando de entrepierna, ¿qué le pasaba a Paquito en la antedicha?

4:35 p. m.  

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